El 10 de julio de 1920, en la oficina salitrera Galicia, en plena Pampa del Tamarugal, nació don Melquíades González Pérez. Hombre que destacó por su dedicación y contribución al desarrollo del fútbol joven de Club Deportes Iquique durante las décadas de 1980 y 1990.
Cien años han pasado desde el nacimiento del dirigente iquiqueño que desde muy pequeño destacó en actividades deportivas, específicamente en el básquetbol y el fútbol, donde finalmente desarrollaría su pasión desde la vereda administrativa.
De personalidad introvertida, don Melquíades evitaba siempre la exposición pública. Quienes lo conocieron, coinciden en que se trataba de un dirigente que hablaba con actos. Vio pasar durante su periodo administrativo a varias generaciones de futbolistas iquiqueños que observaban en él a una persona cercana y solidaria.
Falleció el 16 de agosto de 2009, dejando una huella imborrable en muchos de los futbolistas que se formaron bajo su administración.
TRES FINALES Y EL PRIMER VIAJE EN AVIÓN
Luis Maluenda, goleador juvenil en la década de los 90, recuerda a Melquíades González como un dirigente que siempre buscó mejorar las condiciones del fútbol juvenil del CDI y elevarlas al nivel de los mejores equipos. Ejemplo de aquello, relata, fue la vez en que por primera vez viajaron a disputar un partido en avión.
“Sucede que nuestra generación siempre llegaba a semifinales del campeonato juvenil, pero al viajar en bus hacía que llegáramos cansados a Santiago y eso le daba ventaja al equipo rival y terminábamos perdiendo por goleada con los grandes”. Ahí, revela el exdelantero celeste, Melquíades González jugó un rol fundamental para mejorar esa situación.
“Logró conseguir los medios para viajar en avión junto a Iván Pereira y Marco Aguirre. Cuando se empezó a viajar en avión le ganamos a Universidad Católica la semifinal del campeonato. La final la perdimos estrechamente con Huachipato, siendo vicecampeones de la categoría”, recuerda.
Así, González fue testigo de tres finales juveniles que disputaron sus muchachos en los años 1988 frente a Universidad de Chile, 1995 con Huachipato y 1996 con Colo-Colo.
ROL SOCIAL
“Cuando no teníamos o nos faltaba dinero para irnos a casa después de un entrenamiento él nos pasaba para poder movilizarnos”. Con actos como ese, Luis Maluenda describe a don Melquíades desde su faceta más cercana.
Andrés Morgado, portero y capitán que luego llegó al Primer Equipo, lo recuerda con nostalgia. “Siempre estaba dispuesto a conversar y a ayudar desinteresadamente cuando alguien lo necesitaba”. Pero, ¿qué lo hacía diferente?
“Era la cercanía que tenía con los jugadores, siempre se acercaba a los entrenamientos a conversar con nosotros. También nos acompañaba en los viajes, apoyando y solucionando de inmediato algún problema”, dice Morgado.
Dentro de las acciones que González consiguió para el fútbol juvenil, además de los primeros viajes en avión, fue el conseguir becas de alimentación para los jugadores que lo necesitaran. “Realizó gestiones con distintos restaurantes de la ciudad, para que los jugadores que lo necesitaran pudieran almorzar todos los días”, cuenta Morgado, destacando una ayuda que por aquellos años los llevó a conseguir logros importantes en su etapa juvenil.
EL INÉDITO SUDAMERICANO EN LIMA 96
Durante su presidencia en el área juvenil, González se esmeró por nutrir de grandes experiencias a sus muchachos, consiguiendo viajar finalmente a dos giras internacionales. La primera, una gira a México en 1994, donde el equipo juvenil disputó amistosos frente a Cruz Azul, Toluca, Toros Neza y Atlante, en Ciudad de México y Toluca.
En tanto, en 1996, se produjo una participación inédita en el torneo “Teófilo Cubillas”, en honor al histórico jugador peruano. Allí, el equipo iquiqueño albergó en el estadio de Alianza Lima y consiguió llegar a cuartos de final, enfrentando a Alianza Lima, Sporting Cristal, Atlas de México (foto) y Filanbanco de Ecuador.
“Es lo que más recordamos, los viajes que nos tocaba realizar, donde él generalmente estaba con nosotros. Su rol fue importante para todos los jugadores que fuimos parte de las inferiores de esos años, principalmente porque siempre estaba presente junto a nosotros, ya sea en los entrenamientos o viajes, donde se encargaba de gestionar diferentes tipos de apoyo a los integrantes del plantel”, finaliza Morgado.
Es el recuerdo a un hombre que dedicó gran parte de su vida a entregar las mejores herramientas para la formación de futbolistas Iquiqueños. En honor a los cien años de su natalicio, nuestro homenaje a don Melquíades González Pérez.
Fotografías: Mario Lagunas/Rubén Chavez/Luis Maluenda/Andrés Morgado.