La historia de Club Deportes Iquique registra que en el año 1986 llegó a defender la celeste un jugador excepcional. Fue mundialista con Perú en 1978 y 1982, campeón de Copa América en 1975 y doble semifinalista en 1979 y 1983 con la selección blanquirroja.
José Velásquez Castillo, “El Patrón”, fue figura clave en la época dorada de la selección peruana y apuntado por algunos como el mejor volante defensivo que vio Sudamérica entre la década del 70 y 80. Su elegancia y extraordinaria técnica en un puesto donde abundaba la rudeza y trabajo sucio, lo hacía destacar sobre el resto.
Su llegada a Deportes Iquique en 1986 fue bombástica. José Velásquez llegaba proveniente del Hércules de Alicante, España, donde tras un segundo año con dificultades, recibió un llamado desde la región de Tarapacá que lo haría cambiar sus planes para regresar a Sudamérica. Jorge Soria Quiroga, actual Senador de la República, en ese entonces presidente de la institución, jugaría un papel clave en su fichaje.
“Esa llegada a Iquique fue bastante sorpresiva para mí, porque llegó el presidente del equipo. Recuerdo que venía con uno de sus hijos, e insistió tanto que al final logró convencerme”, relata Velásquez sobre la historia que hoy guarda como una anécdota.
En aquella ocasión, el volante peruano se despedía del Hércules con un argumento que transparenta la personalidad que lo hizo llegar al éxito. “En el segundo año el director técnico me dejó en la banca y yo siempre he pensado que cuando un deportista va a otro país es para ser titular, no para ir a la banca, entonces automáticamente le dije que yo no estaría en la banca y rescindía contrato”, dijo.
¿Qué ocurrió después?
“Cuando regreso, me busca el presidente Soria, estuvo día tras día buscándome hasta que acepté su propuesta. Me convenció porque yo prácticamente estaba en mis últimos años de juego, tenía ya 35 años cuando fui a Iquique”.
En su arribo a la ciudad, José Velásquez traía una lesión en el tendón de Aquiles que no le permitió debutar inmediatamente. El volante acordó realizar su recuperación en Perú y en su regreso a Iquique, cumplió una destacable temporada.
Los hinchas de aquellos años recuerdan grandes jornadas donde el “Patrón” era capaz de sacarse rivales con jueguitos de dominio de balón y salir jugando como el crack que era. Un lujo en Cavancha.
¿Se sentía un jugador importante en el equipo?
“No, para nada, la mayoría de hinchas y conocidos lo dicen por la forma en que jugaba siempre, lo daba todo, era un tipo de ida y vuelta, a pesar que mi puesto era defensivo, era contención, pero eso no implicaba que yo no me sumara al ataque y corriera los 90 minutos, porque podía hacerlo. Me retiré cuando ya no podía hacerlo, para no dar pena (ríe). Creo que por eso dicen que fui importante”.
¿Cómo recuerda al equipo?
“El equipo mantenía un nivel en ese entonces, porque Iquique nunca fue nominado un equipo de primer nivel en esos años, en la tabla de posiciones siempre estaba entre cuarto y quinto lugar. En ese entonces cuando llegué había muy buenos jugadores e hicimos muy buena campaña el año y medio que pude estar”.
¿Sentía admiración hacia usted por parte del grupo?
“Había en ese entonces mucho respeto mutuo y responsabilidad casi de la mayoría, nos cuidábamos mucho entre todos”.
¿Guarda contacto con alguno de sus compañeros?
“Con quien digamos que hice amistad fue con Julio Delgado, un paraguayo que cuando llegué, él ya estaba allá”.
El año 1987 fue de dulce y agraz. José Velásquez deslumbraba en Cavancha y los hinchas asistían al estadio con el entusiasmo de verlo jugar, sin embargo, una tragedia del club que lo vio nacer en Perú, detuvo sus aspiraciones de continuar en Chile.
El 8 de diciembre de 1987, un accidente aéreo dejaba más de 43 personas fallecidas del club Alianza Lima. Jugadores y cuerpo técnico perdieron la vida al regresar de un partido por el campeonato en el que eran los líderes y favoritos a titularse campeones.
La noticia caló hondo en el corazón de Velásquez, que nacido en el club blanquiazul, decidió regresar a casa para culminar su carrera allí.
“Había firmado por un año y medio en Iquique, después de la lesión volví para quedarme mucho tiempo más, pero eso fue hasta que ocurrió el accidente de Alianza Lima, donde yo jugué desde las infantiles. Sentía que tenía que volver a mi club”, dijo.
¿Qué palabras le gustaría dedicar a Deportes Iquique?
“Realmente Deportes Iquique ha sido un muy buen equipo en mí carrera, en la época que me llevaron fue excelente, se comportaron todos muy bien conmigo, no puedo quejarme en lo absoluto. En ese entonces fuimos regulares hacia arriba, no quizás el mejor equipo, pero dábamos pelea todos los partidos a todos los equipos, muy pocas veces perdimos cuando jugamos en casa. Siempre se hizo una buena campaña, cuando yo llegué habían campeonado unos años atrás. Tengo mucha estima al equipo porque me lleva cuando yo prácticamente tenía 36 años, hasta que tuvimos que regresar por el accidente”.
¿Le gustaría volver a visitar Iquique?
“No he tenido la oportunidad de volver desde que me fui, pero claro que me encantaría”.